Desde Tel Aviv, nos llega este relato del peruano Gabriel Coronel sobre la infancia en el barrio limeño de la Aurora.
«Érase una vez en el barrio de la Aurora, donde Juani, Solón y Chicho formaban el club de los antivicios. La verdad era que todo el barrio fumaba yerba, y nosotros no queríamos caer en eso. Fue Chicho quien dijo: “Desde hoy somos los antivicios, no fumamos ni tomamos”. Toda la gente del barrio que paraba con nosotros se nos cagó de risa en la cara: “¡Qué se creen, pedazos de huevones!”, decían al vernos. Y nosotros les respondíamos: “Somos los antivicios”...»
Claves: día, todo, barrio, nosotros