Una nueva crónica violenta del argentino Esteban Lijalad sobre resoluciones tomadas en sueños.
«Esa mañana se despertó antes de tiempo, de golpe. El sueño le había revelado un secreto bien guardado.Se vistió en silencio, tratando de no despertar a nadie de la casa. El perro gimió desperazándose, quizá sorprendido de ver a su dueño a esa deshora, noche aún, aunque clareando...»
Claus: sueño, silencio, noche, café