El relato realista de un día en la vida de un inmigrante, por la vasca Esther Zorrozua.
«Tania se ha levantado esta mañana con un regusto a ceniza caliente en su boca. Le ha costado trabajo ubicarse. En esos breves momentos en que todavía el tul del sueño vela la memoria y despliega una barricada de neblina que mantiene a distancia la realidad, acomete las rutinas diarias de forma mecánica: al incorporarse en la cama y retirar el edredón, ha sentido la primera ola de frío y se ha encogido instintivamente. Las postrimerías del invierno madrileño son casi tan gélidas como las de la estepa georgiana, de donde ella llegó hace un par de años...»
Claves: tren