Un niño acaba de perder a su padre. Un cuento costumbrista de Nora Bouhorma.
«El niño come la naranja, traga los gajos enteros, mastica con premura, con una ansiedad que no le permite saborearla. El zumo le baña la barbilla, con el dorso de la mano lo recoge, lame el líquido y se mete el último gajo en la boca abierta. Frota sus pegajosas manos sobre el corto pantalón de tergal azul, escupe las semillas despidiéndolas a favor del viento que le alborota los oscuros rizos...»
Claus: niño, amigo, padre, madre
Aroma de neroli
Es maravilloso leer una obra costumbrista, pues es lo que necesitan nuestros jóvenes para no perder la identidad. Es como el relato de los primeros juglares, cuando boca a boca transmitían las tradiciones. Mis más sinceras felicitaciones.
Prof. Correctora Literaria Hilda Lucci
Aroma de neroli
Querida Nora, tu literatura ha ido crecido por entre las calles de tus recuerdos con enorme eficacia. Logras que reconozcamos una ciudad imaginada intuyendo que un día la recorrimos, olores penetrantes del sur soñado, el dolor y alegría de la vida corriente. Y en este contexto, cruza desapercibido el deseo, desviado, oculto, no admitido por una sociedad que se pliega sobre sí misma. Valiente.
Juan Ignacio Robles