Un cuento de provincia de la mexicana Georgina Wilson.
«En el pueblo tenemos alacranes de los más venenosos del país. Pero si uno los deja al sol, se secan. Cuando éramos niños, Tarzán y yo los buscábamos entre las piedras y los metíamos en un frasco de vidrio con agujeros en la tapa...»
Claves: pueblo, casa, raza, mamá
Chismes y alacranes
Me encantó. Disfruté mucho de la historia. Y, sobre todo, del sabroso castellano de la autora.
Octavio