El drama oteliano de un hombre fracasado. Un relato del andaluz Ricardo Mena Cuevas.
«Esa pareja que atosiga de manera condescendiente a esa joven y morena vendedora de amapolas frente a la puerta de la Gare du Nord es mi mujer Annabel y su amante Robert recién llegados a París. Entre ellos existe lo que uno calificaría poéticamente à la Proust, como una búsqueda mórbida del tiempo perdido, cuyo causante, como me ayuda a recordar en los momentos críticos Annabel, soy sólo yo, su tiránico marido...»
Claves: toallas, mujer, habitación
Un amor bajo el río Sena
Un relato muy bien llevado con varias interpretaciones según gustos:
- a) Pudiera ser que el protagonista estuviera celoso por su propia inseguridad.
- b) Que la mujer lo engañara con el amigo que podría ser su amante a la vez que amanerado.
- c) Que lo único que les unía era una buena amistad.
- d) Que la amargura del marido hiciese de él un asesino sin importarle si los otros dos eran amantes o no.
Yo me decanto por que eran amantes y el marido se toma la justicia por su mano, la solución más sencilla que es la que va más conmigo.
Anónimo
Un amor bajo el río Sena
Tu texto recrea imágenes concretas que se encadenan y terminan provocando una leve inquietud, quizá porque nos muestran en primer plano el universo de las apariencias. No son metáforas, creo, sino acontecimientos que, en sus propias tensiones, promueven la perplejidad. Me gusta porque no te quedas en el terreno de la descripción (describes estupendamente) de imágenes presumiblemente frágiles con otras casi brutales, sino que superpones unas a otras de modo que parecen negarse a revelar un secreto. No describes solamente, también indagas un espacio íntimo. Y todo conforma una historia de amores y traiciones, diría yo, dulcemente dramática.
Pilar Romano