Pactos diabólicos. Un relato del argentino José Scarpelli.
«Escribo, y al trazar esta palabra describo simultáneamente el acto que estoy cometiendo, que es el de escribir. Mi mano dibuja las letras cuidadosamente, casi con cariño, sosteniendo una lapicera labrada con punta de oro; único testigo, junto con el cuaderno sobre el que vuelco estas frases, de mi historia y del oscuro episodio que la divide irreversiblemente, en miles de fragmentos inconexos y sucesivos. Escribo para mí mismo, para nadie. Para no olvidar que alguna vez hubo un hombre que a poco de nacer fue bautizado en la fe católica con el nombre de Faustino Saralegui, y que hoy contempla con ojos ajenos su última puesta de sol frente a una ventana desnuda que da a un pequeño parque, dueño de otro sino y otro aspecto. Tengo ahora casi ciento trece años...»
Claves: día, vida, cuerpo, contrato
Faustino Saralegui
Fui actor en las dos obras de Scarpelli, en la ciudad de Berisso. Disfruté mucho leyéndolas, estudiando el guión y actuando. Fue de los momentos que más disfruté.
Germán