Óleo. Un microcuento de Carlos Almira.
«Hoy al fin, me armé de valor y extendí los dedos. Las hojas parecieron retraerse, recelosas a mi contacto. Una textura pegajosa manchó mi mano inocente. El naranjo, idéntico al de cierto tríptico de los hermanos Van Eyck, es en efecto, un óleo...»
Claves: niño, naranjo, flores