Hace poco asistí a una subasta en Sotheby´s. Se subastaban los objetos encontrados en un piso señorial de Kensington que llevaba años abandonado. Las autoridades pusieron a la venta el mobiliario para pagar los impuestos atrasados. Allí había estatuas de divinidades hindúes, vírgenes policromadas italianas y españolas, bustos romanos desnarigados, candelabros isabelinos de alpaca y de plata, dioses griegos esculpidos en mármol y muchas otras antigüedades por el estilo. Todo un tesoro para engolosinar a los coleccionistas. Las pujas fueron muy altas.
Otros objetos artísticos encontrados en aquel piso no se ofrecieron en subasta, porque estaban reclamados como producto de diversos robos en varios países. Entre esos objetos había algunos cuadros, el más famoso de los cuales era una pintura de Goya: Saturno devorando a uno de sus hijos. Tampoco se ofrecieron a subasta los alijos de cocaína, heroína, PCP y otras drogas que la policía encontró, ni el abundante material quirúrgico que se guardaba en una de las habitaciones. Ni las neveras portátiles que había allí almacenadas, neveras de ésas que se usan en los laboratorios o en los hospitales. No he logrado averiguar si estaban vacías o encontraron algo dentro de ellas. Los periódicos nunca dijeron nada.
Compré uno de los objetos expuestos a subasta. Era un reloj de péndulo de diseño muy original pero sin demasiado valor. La esfera tenía forma de calavera. Las manecillas eran guadañas. Y el péndulo que se balanceaba en la caja era un cocodrilo de cobre colgado por la cola. Ahora hace tictac en una esquina del salón de mi casa, la casa que heredé de Margaret. La casa en que ella me acogió, después de aquel día...
Aquel día yo la esperaba sentada en el acostumbrado banco del parque, cerca de la estatua del fauno. Ella vino con su bolsa de papel marrón llena de sándwiches y un termo de té caliente. Era el día siguiente a la noche en que el capitán y Peter se enfrentaron en duelo a muerte sobre el puente. Margaret se sorprendió al ver que yo la estaba esperando, lo cual era una novedad: siempre era ella la que me esperaba a mí, infructuosamente muchas veces. Mientras comía los sándwiches le expliqué a Margaret mi encuentro con el capitán. Ella me escuchó en silencio.
—Tienes suerte —dijo cuando acabé—. Recuerdo que, cuando yo era niña, soñaba muchas veces con él. Soñaba que entraba por la ventana de mi habitación, y con su mano en forma de gancho me arrancaba las sábanas, me rasgaba el pecho y dejaba una larga herida abierta, a través de la que yo veía palpitar mi corazón. Oh, eran unas pesadillas espantosas. Entonces me despertaba de golpe, con el cuerpo bañado en sudor.
—¿El capitán? —dije yo, extrañada. ¿Cómo podía haber conocido Margaret al capitán cuando era niña? Ella parecía mucho mayor que él. Pero no había venido a hablar con Margaret por eso.
—¿Me llevarías a un orfanato? —le pregunté de golpe.
—¿Cómo? —dijo ella.
—Que si me llevarías a un orfanato, o a una casa de acogida, o como se llame eso. Siempre estás diciendo que por qué no me voy contigo y abandono la vida en el parque.
—Oh, no, no, te llevaría a mi casa, sería mucho más adecuado. Es una casa demasiado grande para que viva yo sola en ella. Ha pertenecido a mi familia durante generaciones, ¿sabes?
—De acuerdo. Ven a buscarme mañana, aquí mismo, y me iré contigo. Iré al colegio y todo eso.
—¿Mañana? ¿Por qué no hoy?
—Porque aún me quedan cosas que hacer. Tengo que despedirme.
—De acuerdo. Hasta mañana, entonces.
Aquella noche, en el refugio subterráneo, les dije a los muchachos que los abandonaba para irme a vivir con Margaret.
—No lo entiendo —dijo Peter—. ¿Es que no estás bien aquí?
—Sí, Peter. Pero esto no puede durar siempre.
—¿Por qué no?
—Porque hemos de crecer. Hemos de hacernos adultos...
—¿Para qué? ¿Para ir al colegio y aprender un montón de idioteces que luego no te van a servir para nada? ¿Para gastar la vida y las energías en un trabajo estúpido, rutinario y aburrido en alguna oficina o en alguna fábrica, o para desesperarte porque estás parado y no puedes conseguir ningún trabajo estúpido, rutinario y aburrido en ninguna oficina ni fábrica? ¿Para ver cada mañana cómo envejece tu cara en el espejo del lavabo? ¿Para ir perdiendo tus ilusiones y tus ideales poco a poco, como pierde los pelos un calvo? ¿Para eso quieres hacerte adulta?
—Y para no estar siempre sola y perdida como un niño sin madre.
Peter no contestó inmediatamente. Se había dado cuenta de que la frase había hecho mella en los chicos.
—Las madres no son tan importantes —dijo por fin. Y se retiró al fondo del refugio.
Al día siguiente fui a reunirme con Margaret al banco del parque. Los chicos me acompañaron para despedirse. Todos menos Peter, claro. Pero mientras se despedían, todos expresaron su deseo de venir conmigo. Los gemelos, Curly, Nibs, Slightly, Tootles, todos. Yo lo sentí por Margaret.
—Quizá somos demasiados —le dije.
—Oh, no, está bien —contestó ella. La casa es muy grande. Habrá sitio para todos. Esto me va a costar un montón de papeleo que rellenar, pero ya me las arreglaré. La burocracia inglesa es agobiante, como todas las burocracias, pero también es estúpida. Como todas, también. Y por tanto, fácil de torear.
Y así fue. Tras mucho papeleo y muchos abogados, Margaret nos adoptó a todos. Nos compró ropa decente y nos hizo ir a la escuela. Al principio fue muy duro, porque entre las clases de álgebra y las de historia nuestras mentes volaban al parque, a bailar con los jamaicanos y a pelear con los gangsters. Todos nos ganamos muchas regañinas de los profesores. Todos nos arrepentimos, en un momento u otro, de haber tomado la decisión que tomamos. Pero ya era demasiado tarde. Y al final acabamos por acostumbrarnos, a todo se acostumbra uno. Continuamos en la escuela, mejoramos poco a poco nuestras calificaciones y poco a poco nos fuimos olvidando del parque y de Peter.
Hoy en día los gemelos trabajan en la city. Son yuppies prototípicos con teléfono móvil, ordenador portátil, un despacho con secretaria y la cabeza llena de dividendos, réditos y porcentajes. Slightly escogió la carrera política y ahora es un destacado miembro del partido conservador. Nibs pasó por un periodo de alcoholismo y ahora vive del subsidio de paro. Curly intentó dedicarse a la música un tiempo y ahora regenta una pequeña discográfica. Tootles es abogado de empresa. Se ha divorciado de dos mujeres y engaña a la tercera con una de sus secretarias. Todos han olvidado completamente su mágica preadolescencia y a Peter. Excepto alguna vez, cuando están solos, y de pronto sienten una punzada de aprensión y atisban por encima del hombro temiendo, sin saberlo, ver al cocodrilo tras ellos. Tictac, tictac, tictac, tictac, tictac. Como yo misma. Tictac, tictac, tictac, tictac.
Copyright © | Xavier B. Fernández, 1994 |
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Por el mismo autor | |
Fecha de publicación | Noviembre 2000 |
Colección | Narrativas globales |
Permalink | https://badosa.com/n091-11 |
El libro de Xavier B. Fernández, Kensington Gardens, me ha parecido francamente bueno. Creo que refleja muy bien el underground londinense de aquella época. Su estilo es directo, claro, coloquial, al tiempo que muy cuidado. Yo viví en Londres en aquella época durante algún tiempo, y he visto magistralmente retratado ese ambiente de cierta marginalidad que narra la novela. ¡¡Enhorabuena, Xavier!!
He disfrutado mucho de la calidad literaria y el uso de la mitología “Neverland” del autor... ¡¡y todo ello gratis!! Ha sido un lujo, recibe mis felicitaciones.
Es la primera vez que leo un ebook y lo hice por recomendación de la revista La mosca que se vende aquí en México, y mira justo en esta etapa en la que empiezo a cambiar mis actividades estáticas por algo que de verdad me guste hacer pues me encuentro con la recomendación de este ebook que así sin pretender una supercrítica sino un comentario simple y que me nace debo decirte que me has dado una mañana diferente a las que he tenido durante este último año, tuve un momento de imaginación y me entretuve fascinada viendo a los personajes de Kensington Gardens y al final entendí que Peter tenía que buscar a Gwen pues alguien tiene que quedar en lugar de Margaret si no después quién cuidará de los niños, si no después ya no habrá niños, pues Peter me encontraste y no dejaré de buscar a mi niño que se guardó hace algún tiempo y hoy lo encontré,
Este libro me encantó, está absolutamente genial, aunque el final es algo melancólico. Más si uno está en el movimiento. Pero me gustó mucho y lo he recomendado por todos lados. De hecho acabo de hacer una reseña.
Yo sólo soy una aficionada a la lectura de tan sólo 17 años, y he leído la primera versión, la de J.M. Barrie, y me ha parecido comparándola con la versión original, bastante realista. Me ha gustado bastante y me ha tenido super engachada (aunque un poco borde). Me ha gustado la manera de describir la época punk mezclándola con cosas de la otra versión, me ha parecido una manera muy original. Pero lo malo en mi opinión es que creo que sería mejor dejar de ser versiones de esa obra tan maravillosa que nos dejó J.M. Barrie porque PETER PAN pasará a la historia como aquel niño tonto y engreído que no tenía madre, y es mejor dejar la historia como la dejó aquel maravilloso autor J.M. Barrie.
¡Simplemente mágico! Gracias por darnos la oportunidad de disfrutar de esta maravilosa historia.
Hace un año aproximadamente leí la versión novelada de James M. Barrie (Peter Pan), mucho antes que esto tuve la dicha de ver Finding Neverland y toda esa magia en imágenes y música me capturaron. Como muy pocos sabemos la versión original nace de una obra teatral. Este año he leído muchos cuentos y obras clásicas adaptadas de acuerdo con el contexto que vivimos o estamos viviendo, Kensington Gardens no es la excepción. Xavier B. Fernández retoma la historia del niño que se niega a crecer e integrarse a un mundo tan nefasto, tan agobiante, tan claustrofóbico, más temible que esos monstruos de los cuentos y leyendas que nos narran nuestros padres o que los maestros nos recomiendan leer. Cuando leí la obra de Barrie odié a Peter Pan: el "niño" es un ser ególatra y chauvinista, realmente el motivo por el cual se lleva a Wendy es para que ella sea la madre que lo(s) cuide, le(s) dé medicina, le(s) cuente historias, lo(s) arrope, etc... y lo logra bajándole la luna, las estrellas, las hadas y las sirenas a una ilusa Wendy. El personaje de la obra de Xavier B. Fernández no queda exento de esto, la única diferencia es que los cuidados maternos son sutituidos por la venta de narcóticos, los niños perdidos lo ven tan común y corriente como quien vende un chicle o un hot dog.
Hay en toda la novela algo que me llamó curiosamente la atención y que me permito citar: "... el punk empezó a degenerar de movimiento contestatario a moda juvenil domesticada" (pág. 54) Como todos sabemos, aquí en México hace unos meses hubo manifestaciones que derivaron en violencia contra un grupo de chicos autodenominados EMOS. Estos últimos personajes se han convertido en blanco de la mercadotécnia. De hecho muchos movimientos juveniles terminan de esa forma como ocurre y se señala en la obra. La novela es excelente, realmente uno puede dejar de envejecer si hace todo lo posible por mantener vivo al niño interno, aferrarse a un punto de la vida es tan absurdo como querer que el sol nunca se esconda o que todos los días sean quincena. Hay mucho más que destacar de la novela, como la postura que adopta la ex primer ministro Margaret Thatcher, postura que incluso un país como México aplica o cualquiera que crea que ignorando o manteniendo con limosnas a los más pobres vamos a acabar con la pobreza: es absurdo; las referencias histórico-filosóficas con relación al tiempo y su inminente paso, la cita del cuadro de Goya, sin duda la más terrible de todas, la imagen grotesca del hombre-viejo devorando al hijo-joven o en todo caso, el tiempo devorando a los ilusos y efímeros humanos. Realmente como pueden darse cuenta, la novela me ENCANTÓ.
Acabo de descubrir la página y me da un gusto enorme seguir esta lista de opiniones después de uno de los mejores profesores que pueda conocer; sin duda alguna es admirable. Ahora que termino la prepa puedo decirlo. Es increíble que hace sólo unas semanas él en las aulas de la escuela compartía emosionado conmigo todos estos comentarios, los gustos y disgustos que encontró tanto en la novela de James M. Barrie como en la de Xavier B. Fernández, y ahora todo esto lo encuentro aquí.
Y es que este gran maestro fue quien me recomendó esta fantástica novela, la cual puedo decir que ahora forma parte de mis libros favoritos. Peter es y será por siempre el personaje ideal para mí, y el hecho de encontrarlo en un ambiente totalmente diferente y al mismo tiempo semejante a Nunca Jamás es estupendo. Con esta novela pude sentir a Peter cerca, por absurdo que pueda parecer. Entre peleas y movimientos punk pude acercarlo a lo que es mi realidad, la realidad de los jóvenes de ahora; y también logré entender algo a lo que quiza nunca presté atención: al cocodrilo que persigue a su presa... el tiempo que nos devora en realidad. En conclusión, ha sido la mejor aventura que he podido vivir entre las páginas de un libro; y claro, mejor aún si voy acompañada de Peter, Wendy y los niños perdidos.
Me pareció excelente este libro. Puedo decir que hasta cambió mi manera de pensar, y es que como no me había puesto a pensar cómo cambia todo: el tiempo, la vida, el amor. Sospechar que hoy tu vida puede ser cualquier cosa, o más bien verte al espejo, observarte fuerte, con un brillo en los ojos, el pelo negro (o de cualquier color, no importa), y mañana descubrirte viejo y cansado. A mis escasos 15 años lo he visto y no sólo eso, también a aquel cocodrilo acechador en busca de la vida, de mi vida. Es impresionante la cantidad de pensamientos que ahora tengo. En fin es muy recomendable este libro. Bye.
Me parece un excelente libro. En verdad que me encantó la obra: es toda muy buena y habla del punk y de mi banda favorita The Clash pero, aparte de eso, sinceramente, es mi libro favorito.
En realidad para mí es el mejor libro que he leído... Me pareció muy importante la forma en la que se desarrolla la historia... Es increíble cómo pasa el tiempo (TICK TACK LO RECUERDO) y cómo podemos vernos hoy sin compromisos "libres" y con todas las fantasías que podemos imaginar en nuestra cabeza. Gracias al escritor Xavier B. Fernández por esta edición tan expectacular... Saludos...
Me ha parecido una buena adaptación, quizá un poco forzada para hacer coincidir algunos detalles pero honesta al fin. Ha desarrollado en mí un nuevo temor por los cocodrilos/relojes, je je. Gracias.
Bravo, no tengo palabras para expresarlo. Me ha encantado y me habría gustado k hubiera sido más largo y que hubiera habido más aventuras pero, como dice Gwen, lo bueno siempre se acaba...
Y parecerá que es una opinión que sólo habla bien de su historia pero es que tengo 14 años y Peter Pan es mi personaje favorito de dibujos animados y de libro por supuesto. Me ha encantado, hasta he llorado, en el último capítulo: la melancolía de no volver a ver más a Peter, de no disfrutar más de la vida de que se termina, eso sólo dura eternamente para un niño...
Yo lo leí como parte de un trabajo escolar y me encantó. Lo leí tantas veces como pude y se lo recomendé a una amiga (Ilse) a la cual también le encantó. Es un libro que en mi opinión te pone a imaginar incluso. Gracias a este libro he escuchado a Sex Pistols que es uno de los grupos mencionados en el libro, y al oso de peluche que me regaló Ilse le pusimos "Paddy".
pues este libro esta es demasiao interesante tiene mucha tematica, yo lo lei porque tenia en la escuela que leer un libro y si mne dijeran que cual a sido mi libro favorito o con cual m fanatizo mas seria este porque en algunas partes me identifico con la lectura de wendy y en otras con la de peter punk es reconmendable este libro bueno en mi parte esta demasiado interesante
en realidad es la mejor novela que he leido en la forma en que se narra las imagenes todo es increible todo lo que te imaginas en verdad increible esta padricima
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